RESEÑA: EL MAESTRO Y MARGARITA-MIJAÍL BULGÁKOV.

EL MAESTRO Y MARGARITA. 

Vaya por delante que esta no va a ser una reseña seria. 

Pido disculpas de antemano, pero mis neuronas se han visto seriamente alteradas (aún no se si para bien o para mal) después de procesar las casi 500 páginas que conforman “El Maestro y Margarita”, del ruso Bulgákov. 

Y hablando de cosas rusas: un buen trago de vodka es lo que me ha pedido el cuerpo después de terminarla,(y eso que soy abstemia), para ver si así se me aclaraban un poco las ideas,como al buen Popota,uno de los personajes más irreverentes y disparatados de una novela en la que el personaje más “normal” es un señor que clavaron en una cruz hace más de 2000 años (no digo nombres por si alguien no se ha leído la Biblia y le hago Spoiler...) 

Muy loco todo. 

Y diréis, ¿Y ese tal Popota, quién es? O igual no lo decís, vete a saber, pero vaya que yo os lo voy a contar igual, que para eso es mi reseña, y como diría Umbral: yo he venido aquí a hablar de mi Popota. 

Pues bien,Popota es un gato tamaño XXL que habla,anda a dos patas, y le encanta comer caviar,beber todo lo que pille por zarpa y hacer el mal entre siesta y siesta, como buen discípulo de Satán que es. Vamos,lo que viene siendo un gato normal salvo por lo de hablar y empinar el codo gatuno (chiste fácil,mea culpa,no se me ofenda ningún amante de los mininos please). 

12 años tardó Bulgakov en escribir la que han calificado como una de las novelas más importantes del S.XX en la antigua URSS (fuente:Wikipedia,el oráculo de la erudición para ignorantes),con autodestrucción de manuscrito usándolo como combustible para estufa por medio incluída. Y justo cuando ya casi tenía la versión definitiva (hizo más de tres borradores)¿¿qué creéis qué ocurrió??: Correeecto,premio para los que habéis apostado por la opción “escritor que fallece antes de ver su obra cumbre publicada”. Tomad vuestro gallifante. 

Que también dices, hombreee, con la esperanza media de vida en aquella época, y unas cuántas teclitas que tenías tú ya de por sí,igual no tendrías que haberlo estirado tanto,¿no, Mijaíl? 

Pero que oye,que las cosas de escritores son así,que igual el hombre se entretuvo en otras cosas de literato que le surgieron y a la que se quiso dar cuenta estaba a punto de caducarle la versión de prueba del Open Office edición Olivetti...vete tú a saber. 

Bueno, a lo que vamos. El caso es que corría ya el año 1940, y menos mal que a su tercera mujer le iba también eso de darle a la tecla y terminó el borrador,porque sino nos hubiéramos quedado sin conocer a Volant/Satán y a toda su tropa, que deciden darse una vuelta por Moscú y poner la ciudad patas arriba con sus travesuras inocentes, que acaban con la burguesía literaria al completo internada en un sanatorio mental pidiendo a gritos una camisa de fuerza. 

Acompañan a “messere” Voland en sus andanzas moscovitas un surtido de personajes curiosos: el ya mencionado Popota, Fagot, asistente personal y especialista en cambiar de voz y atuendo para despistar y marear al personal, Asasaelo, el machaca, un sicario de metro cincuenta cuyo atractivo principal es un colmillo retorcido que le sobresale de la boca, y la criada Guela, que se pasa la novela entera vestida con el traje de nacimiento. Un grupo de gente muy maja vamos,de los de invitarlos a comer una paella un domingo y que sete vaya la mano con la sal... 

Tomando esta trama como eje central, y usando una sátira que en ocasiones roza el histrionismo, Bulgákov realiza una dura crítica y saca los colores a la alta sociedad rusa de su época, ridiculizando sus vanidades y falsos moralismos,y a través de uno de uno de los personajes que más recorrido tienen a lo largo de la novela, Iván Nikolayévich, alias Desamparado (ni que hubiera nacido en Valencia en vez en Moscú el pobre hombre), primera víctima de Fagot y primero en abrir el desfile de rusos que irán llenando las habitaciones del sanatorio mental donde vive recluido por voluntad propia el Maestro cuyo nombre da título a la novela, enlaza con la segunda de las tres tramas que la componen: la historia del propio Maestro y su novela sobre Poncio Pilatos y Jesus de Nazaret. 

Y así ,sin apenas solución de continuidad,hago chas y aparezco en Judea. 

Si al lector no le había petado el cerebro todavía, now is the moment amigos. 

Pues bien,resulta que el Maestro, que además de escritor era un poco visionario, escribió en un arrebato de inspiración una novela que cuenta una versión bastante diferente sobre lo que fueron las últimas horas Yoshuá Ga-Nozri (Jesús de Nazaret para los colegas), dándole un aire mucho más terrenal y quitándole el sambenito de profeta e hijo de Dios en la tierra: la santísima trinidad, la Inmaculada Concepción,la paloma mensajera y los tres Reyes Magos, todo por los aires en un momentito. 

Y por si el rizo estuviera poco rizado, Bulgákov le añade un tirabuzón más: Messere Volant, que por lo visto además de Satán es familia de Jordi Hurtado y no envejece así le echen siglos encima, fué testigo de todo lo ocurrido durante aquellas horas, y así se lo cuenta en la primera escena al Desamparado Iván, dejándolo tan trastocado que acabará siendo vecino de habitación del Maestro, quien le contará la historia de su vida, y de cómo los miembros del MASSOLIT, sindicato de escritores al cual pertenece el propio Iván, rechazaron publicar su novela, haciéndole caer en una depresión que le lleva a pedir el ingreso voluntario en el sanatorio para alejarse del mundo, incluída su amada Margarita. Si llega a coger esta historia Iker Jiménez,le da para un libro,tres programas y un reportaje especial con conexión en directo desde Tierra Santa. 

Y voilà, triple salto mortal, y si aún nos quedan energías para seguir leyendo después del vaivén de personajes y épocas, allá que nos vamos con la tercera trama: La fiesta del año. 

Una fiesta.Rusa.Organizada por Satán. Imaginaos como puede acabar eso. Comiéndose unas porras para desayunar antes de irse a dormir ya os digo yo que no. 

Coincidiendo con el solsticio de primavera, Voland tiene costumbre de celebrar todos los años una fiesta a la que acuden lo mejor de cada casa: asesinos,ladrones, estafadores,y delincuentes de toda época, género y condición, que cambian por unas horas el uniforme de cadáver por el traje de gala y se cuentan unos a otros como les va la vida después de muertos mientras se ponen finos a comer y beber...vamos como la boda de tu prima la del pueblo pero sin tener que pagar el cubierto ni pegarte por el ramo. 

Y como toda buena fiesta que se precie,tiene que haber una reina, y no puede ser una reina cualquiera. Venga va,otro gallifante para quién adivine quien lucirá la corona de reina de las fiestas de VillaVolant de Abajo 1930. 

Noooo,no es Letizia, que por aquella época aún no se había inventado el photobombing. 

Os veo un poco perdidos... pistita, va, que estamos que lo tiramos: empieza por M y acaba por Argarita. 

Pues si,efectivamente: la amada abandonada del Maestro es la escogida por Volant para que le acompañe al baile de fin de curso. 

Otra cosa no,pero arte para hilar fino las tramas no le faltaba al Tito Mijaíl, aunque esta le quedó un poco cogida con pinzas para haber tenido 12 años para pulirla, las cosas como son. 

Al principio ella no está muy convencida y se niega,pero con la boquita pequeña. 

Le va la marcha a Margaret, ya os lo digo yo. 

Total, que al final Margot, que es el nombre de guerra que se pone Margarita cuando sale por las noches, se pega un fiestón que ríete tú de los Rolling después de uno de sus conciertos, y Volant queda tan contento que le concede un deseo (música de violines en 3,2,1...): volver a reencontrarse con el Maestro de sus amores. 

Parece ser que hasta aquí fué donde llegó Bulgakov, y la continuación ya es obra de su esposa, que dijo después de 400 páginas de idas de olla y genialidades,voy a poner yo el broche de oro. 

Y vaya si lo puso, vaya...si llega a tener 50 páginas más el libro, la que acaba en el sanatorio es servidora. Dejando al margen lo surrealista que me ha parecido el texto, el mareo que me han producido los diálogos y los cambios de nombre de los personajes,y que en ocasiones he tenido la sensación de que el autor ha querido hacer encajar las piezas de la historia a martillazos,creo que la recomendaría,pero no a todo el mundo. 

Hay que tener una agilidad mental importante para poder seguir el ritmo tan desenfrenado de la narración y no verse abrumado por ella y que se te termine haciendo bola,cosa que en algunos momentos he de confesar que me ha ocurrido,llegando incluso a plantearme abandonarla por tener la impresión de que me faltaba nivel intelectual para enfrentarme al texto y a las incontables metáforas que contiene. Pero como digo,la recomendaría a aquellas personas que no teman abordar una lectura que les va a romper bastante los esquemas, retándoles y haciendoles pensar continuamente,y que tengan ganas de leer algo que a buen seguro no les va a dejar indiferentes,y quién sabe, quizás logren descubrir esa obra maestra que se esconde tras las páginas de El Maestro y Margarita, que yo,sin parecerme una mala novela del todo, no he conseguido.